Pintura de oro

Pintura de oro

25.05.2018

El oro es el patrón de referencia de respetabilidad y el lujo. Este metal precioso se ha hecho extensivo en la pintura y en el arte moderno.

A menudo en las pinturas de los artistas el oro sirve de fondo, la imagen  se escribe en la superficie dorada de lienzo. Pero también existen oro pinturas para el arte. Su composición es una mezcla del aglutinante y el polvo de oro. Están destinadas para el trabajo sobre el lienzo. 

Contamos sobre los tres pintores destacados de actualidad y sus cuadros increíbles escritos con el uso del oro.

 

Los cuadros radiantes de Klimt 

Al público le gustan los cuadros del pintor y el gráfico famoso austríaco Gustav Klimt por su afín a cierto ideario romántico y la energía sensual.

Sus obras más notables son “El beso”, “ Retrato de Adele Bloch- Bauer” y “Serpientes acuáticas” y se refierren a la “etapa dorada” en la obra del pintor.

Klimt desde la infancia estaba familiarizado con el oro y escolarizaba el oficio de su padre porque él había sido un grabador de oro muy experimentado.

Al pintor le fascinaba el arte religioso medieval de Italia. Los antiguos mosaicos bizantinos,adornados con oro,  le inspiraron al pintor a crear sus cuadros “radiantes”. Klimt sobrellevó su lujo y esplendor en el arte visual contemporáneo. El pintor jugaba con el color y el relieve, tratando de dar a la superficie de sus lienzos un nuevo aspecto. En sus cuadros predominan los tonos saturados brillantes. Muchos de sus cuadros incorporan a la pintura pan de oro.

Los cuadros “dorados” de Klimt son parecidos a las fabulasas decoraciones. Al verlos una vez, no los oividarás nunca. Los lienzos de Gustav Klimt son magníficas obras del arte, obras maestras de la pintura del siglo pasado.

En la imagen: el cuadro ”Retrato de Adele Bloch-Bauer” (”Adele dorada”) de Klimt.

 

Retratos sensuales de Lauren Brevner 

La pintora autodidacta canadiense Lauren Brevner pincela los retratos impresionantes femeninos utilizando tintas de oro. Sus cuadros están llenas de expresión de color y las imágenes femeninas de misterio y encanto.

Lauren experimenta con los estilos y técnicas de la pintura diferentes, jugando con capas e imágenes de textura. Ella crea sus cuadros sobre los paneles de madera. Las mujeres en sus

lienzos existen en los espacios dorados tridimensionales. La pintora utiliza el polvo de oro, pan de oro y las pinturas al óleo auríferas.

En los trabajos de Lauren se ven las repercusiones de la obra creativa del pintor Gustav Klimt. Las tradiciones de la pintura japonesa que inspiran a la joven, también se reflejan en sus cuadros.

Las redes sociales han traído la fama a la joven pintora. Durante mucho tiempo Lauren no quería mostrar sus trabajos al público. Su hermano la convenció crear su cuenta en internet y publicar allí las fotos de sus cuadros y el video del proceso de su creación. Así a la pintora autodidacta Lauren Brevner le ha llegado la popularidad.

En la imagen: el cuadro ”Hyacinth” de Lauren Brevner.  

 

La feminidad “dorada” de Manuel Nuñez

El pintor latinoamericano Manuel Nuñez pincela los retratos inusuales de las mujeres. Sus trabajos son originales y autóctonos y su técnica de interpretación recuerda los lienzos del siglo pasado. El uso del oro en los cuadros sólo refuerza este efecto del tiempo.

Los retratos de las mujeres entonadamente reúnen en sí la fantasía del pintor, la perfección del metal noble y las tecnologías modernas. Estas preciosas obras del arte se caracterizan por la finura y la sofisticación. 

Las imágenes hermosas femeninas Nuñez las lleva a los lienzos dorados.

Doy muestras de las mujeres fuertes. Son hermosas y libres, sensuales y virtuosas.” 

Manuel Nuñez

Para pincelar los cuadros el artista utiliza pinturas doradas y oropel – láminas superfinas del metal precioso.

Manuel considera que el oro simboliza la “pureza impecable y la espiritualidad absoluta”. El resplandor del metal precioso en los trabajos de Manuel Nuñez da a los cuadros el misticismo especial. Las imágenes femeninas, creadas amaestradamente, así como el oro mismo, reúnen en sí magnetismo y sensualidad, nobleza y grandeza.

En la imagen: el cuadro ”Draweth Nigh 1999” de Manuel Nuñez.