Fabergé: los secretos de huevos joyas

Fabergé: los secretos de huevos joyas

02.10.2020

 

Carl Fabergé era un joyero talentoso ruso, el maestro cortesano de la Casa Romanov en cuya empresa habían creado los huevos de fama mundial. La dinastía reinante le hizo un pedido: fabricar cada año un producto único que contenga una sorpresa. 

Revelamos los secretos de los huevos joyas de oro, creados por el hábil Fabergé y sus artesanos.

 

El huevo imperial de gallina

Año de creación: 1885

Dimensiones: altura — 64 mm, anchura — 35 mm

 

La gallina fue el primer producto, creado por la empresa de Fabergé por encargo del zar Alejandro III que lo regaló a su esposa en la fiesta de Pascua.

El huevo increíble hecho de oro y cubierto con esmalte mate blanco, imitaba la superficie de la cáscara del huevo natural. El huevo se abría rotando las dos mitades con un mecanismo especial.

En la foto: dentro del huevo se puede ver una sorpresa: la “yema” de oro mate, bajo la cual está escondida una gallina dorada con los ojos de rubíes.

La estatuilla tenía un pequeño cerrojo que abría su contenido, perdido en actualidad. Dentro de la gallina había dos sorpresas: una pequeña copia dorada de la corona imperial decorada con diamantes y un colgante de rubí en la cadena de oro.

El huevo precioso se encuentra actualmente en el Museo de Fabergé en San Petersburgo.

 

El huevo de los palacios daneses

Año de creación: 1890

Dimensiones: altura — 102 mm, anchura — 67 mm

 

“Los palacios daneses” es un huevo joya de Fabergé, el zar Alejandro III lo regaló a su esposa en la Semana Santa en 1890.

El precioso producto está cubierto con esmalte rosa dividido por los filetes dorados en doce secciones. Las líneas de oro a lo largo de toda su longitud están incrustadas con diamantes y decoradas con esmeraldas en cada intersección. En un extremo del huevo hay un zafiro azul; en el otro, un ornamento dorado de flores, hecho en la técnica de talladura.

Dentro del huevo refinado se encuentra una pantalla plegable de diez paneles de oro y nácar con acuarelas pintadas por Konstantin Krijitski.

En la foto: en los diez pequeños cuadros hay yates, castillos, palacios y palacetes de Alejandro III en Dinamarca y cerca de San Petersburgo.

Desde 1972, el huevo decorativo se exhibe en el Museo de Arte de Chickwood en la ciudad de Nashville, Tennessee.

 

“El Pavo Real”

Año de creación: 1908

Dimensiones: 190 mm

 

“El Pavo Real” es un huevo de arte de joyería encargado personalmente por el zar Nicolás II  para su madre como regalo de Pascua.

El huevo transparente está en un pedestal dorado en estilo rococó. Sus mitades son hechas de cristal de roca decorado con tallado. El punto de su conexión enmarca un borde dorado con dibujos. En las dos partes hay grabados: en una está el monograma de la emperatriz María Fiódorovna; y en la otra, el año en que se entregó el regalo (1908).

En la foto: la sorpresa del huevo precioso: un pavo real mecánico, hecho de oro y cubierto con esmalte de color.

 

El pájaro está en las ramas del árbol dorado, decoradas con piedras preciosas. El pavo real puede ser removido y colocado en una superficie plana. Bajando la fina palanca, el pájaro empieza a abrir la cola y girar la cabeza.

En la foto: se supone que en la creación del maravilloso pavo real el joyero del taller de Fabergé trabajó durante dos años. 

 

A mediados del siglo pasado el huevo lo compró un magnate suizo. Actualmente, el precioso producto se almacena en la Fundación Edouard y Maurice Sandoz en Lausana.

Los huevos de Fabergé son obras maestras de la orfebrería y son muy apreciados por los coleccionistas de todo el mundo. El oro utilizado en la fabricación y en el acabado de los huevos les añade un valor y una exquisitez especial. La gente moderna comprende que el metal noble nunca se depreciará y su demanda va a aumentar cada día. El oro físico es la mejor herramienta que protegerá su capital de la depreciación.

 

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