Un tesoro de monedas en un monasterio alemán
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Durante las excavaciones en las ruinas del monasterio medieval de Himmelpforten, en la ciudad alemana de Wernigerode, un equipo de arqueólogos descubrió 4 monedas de oro de 500 años de antigüedad. Su diámetro es de poco más de una pulgada (unos 3 centímetros).
En la foto: una de las monedas de oro que han estado enterradas durante casi 500 años.
Según el profesor Felix Biermann, director del proyecto y arqueólogo de la Oficina Estatal de Conservación de Monumentos y Arqueología de Sajonia-Anhalt, lo más probable es que las monedas encontradas fueran escondidas por un monje durante una revuelta campesina en 1525.
El motivo del inicio de la guerra de los campesinos fue la desconfianza de la población en la estructura social y las actividades de la Iglesia católica. La Reforma protestante, iniciada por Martín Lutero, fue la señal de la rebelión. Según las suposiciones de los científicos, durante el asalto al monasterio por parte de los campesinos, el monje escondió las monedas de oro, ya que la situación era muy peligrosa. Probablemente, el destino del monje fue fatídico, porque nunca pudo devolver el dinero escondido.
Los artefactos descubiertos, también conocidos como florines, fueron utilizados durante la época del Sacro Imperio Romano. Una de las monedas fue acuñada durante el reinado del emperador Federico III en Fráncfort del Meno antes de 1493. La segunda fue emitida entre 1486 y 1495 en Schwabach, cerca de Nuremberg. Otros dos florines se acuñaron aproximadamente entre 1480 y 1481 en la ciudad de Bonn, en el oeste de Alemania.
En la foto: además de las monedas, los arqueólogos han descubierto una gran cantidad de artefactos que datan de los siglos XIII-XVI. Entre ellos: cerámica, huesos de animales, broches de latón para el cierre de libros de la biblioteca del monasterio, un lápiz para escribir, una espuela de caballería medieval, así como etiquetas de plomo que se pegaban a los rollos de tela para la venta, entre otros. Todos estos artefactos hablan de un comercio a gran escala y de la prosperidad de la comunidad.
El monasterio fue fundado antes de 1253 por la familia von Hartesrod y una vez estuvo habitado por ermitaños agustinos. En 1516, el monje agustino Martín Lutero visitó el monasterio. Durante la Reforma, los edificios del complejo fueron abandonados y finalmente destruidos.
Solo unas pocas ruinas y un monumento conmemorativo de 1917 de la visita de Martín Lutero han sobrevivido hasta nuestros días. Los arqueólogos pudieron delimitar la ubicación del monasterio y de sus edificios gracias al descubrimiento de cimientos. A partir de estudios geológicos, se identificaron indicios de artefactos conservados en la tierra.
En la foto: los arqueólogos excavan las ruinas de un monasterio medieval.
Los científicos continúan investigando, por lo que en este tesoro de artefactos antiguos y monedas de oro se podrían encontrar muchos más objetos valiosos que arrojarán luz sobre la historia medieval de la región.
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