Los inrcreíbles tesoros de la fragata HMS Lutine

Los inrcreíbles tesoros de la fragata HMS Lutine

20.08.2021

 

La fragata La Lutine, que se traduce del francés como “duende” o “elfa”, era considerada una de las naves de guerra más rápidas de la flota francesa de finales del siglo XVIII. En 1793, el barco fue capturado por la Marina Real de Gran Bretaña y desde entonces entró oficialmente a prestar servicio en la flota británica.

 

 

La nave servía en las aguas del Mar del Norte escoltando naves de transporte.

En otoño de 1799, el barco debía transportar de Inglaterra a Holanda una carga valiosa para los bancos locales: muchos cofres con lingotes de oro y monedas de oro por un valor total de 105 millones de dólares.

La fragata zarpó de la ciudad británica de Great Yarmouth y se dirigió hacia los Países Bajos.

En el camino la nave enfrentó una fuerte tormenta. La fragata corría peligro de quedar encallada cerca de la costa holandesa, por lo que el capitán de la HMS Lutine, Lancelot Skynner, decidió alejarse del banco de arena por razones de seguridad.

 

 

Sin embargo, no logró llevar la nave de la costa a alta mar. La nave quedó encallada entre dos islas. La tormenta impetuosa volcó La Lutine que se hundió a poca profundidad. De las 250 personas que estaban a bordo, se salvó solo un marinero, pero murió poco después.

Los lingotes y monedas de oro, destinados a comerciantes ingleses en Holanda, se hundieron junto con el barco. La carga preciosa estaba asegurada por la compañía de seguros inglesa Lloyd’s of London que reivindicó su derecho del tesoro. Pero en aquella época Inglaterra estaba en un conflicto militar con los Países Bajos y no pudo sacar tesoros del fondo marino.

Los rumores sobre el oro británico hundido se propagaron rápidamente por toda la costa holandesa. Con fuertes mareas bajas llegar a las bodegas del barco, donde estaba el oro, no fue muy difícil.

En un año los pescadores locales y buceadores levantaron del fondo marino objetos de oro por un valor de 90 mil dólares. Poco a poco, la fuerte corriente submarina llenó completamente las bodegas de la nave naufragada, que se hundía cada vez más en el cieno blando. Entrar en La Lutine se hizo imposible.

Dos décadas después, el gobierno de los Países Bajos concedió el derecho de levantar el tesoro del fondo marino a la corporación de Lloyd’s, asegurador de la carga de oro. El proceso de recuperación del tesoro duró cinco años. Sin embargo, los británicos no lograron extraer todo el oro de la fragata hundida: una gran parte del tesoro fue tragada por el lecho marino.

En el siglo XIX, los buscadores de tesoros intentaron encontrar los tesoros de la nave La Lutin. Las expediciones de búsqueda durante varios meses excavaban el casco del barco, cubierto de arena, pero en unas pocas horas volvía a hundirse en el cieno.

 

En la foto: el lugar de hundimiento de La Lutine: entre las islas holandesas Terschelling y Vlieland.

 

En 1911 la expedición del capitán inglés Gardiner llegó al lugar donde naufragó la fragata. Su nave tenía el equipo especializado para bombear arena. Los trabajos duraron varios meses. Con la ayuda de las bombas potentes finalmente apareció el casco de la naufragada Lutine de debajo de doce metros de arena.

La fragata estaba equipada con potentes cañones y cientos de bolas de hierro en el pañol de pólvora. Bajo el agua, el casco de la nave se derrumbó y las bolas pesadas cayeron sobre los tesoros de oro. Con la ayuda de explosivos, Gardner y su equipo lograron hacer explotar la "armadura" de hierro. Pero las tormentas otoñales obligaron a la expedición a interrumpir la búsqueda. En unos meses, La Lutin fue de nuevo recubierta de arena.

 

En la foto: Gardiner solo logró extraer unas monedas de oro del fondo marino.

 

En el siglo XX se hicieron varios intentos de levantar los tesoros de la fragata La Lutine, pero todos fallaron.

 

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